Nunca se sabe lo que te puedes encontrar cuando te inscribes en un lugar. Por esto, nunca pensé que el apuntarme a perfeccionar mi inglés, acabaría sintiéndome como en casa. Nunca pensé que los lunes (día que tenía clase) podían pasar de ser un día odioso a uno divertido. Nunca pensé que el personal y el alumnado de un centro de inglés podría acabar transformándose en una mini familia.
Ahora, con el paso del tiempo, me veo en las dos partes de esa mini familia: continuo perfeccionando mi inglés, pero también he pasado a ser monitora especialista. Y, con este doble prisma, siento las emociones multiplicadas por dos. Como monitora intentaré que «my kids» se sientan como yo me sentí, que reciban el mismo calor que yo recibí, y, sobre todo, que se sientan como ensu casa.
Por eso y mil cosas más, ahora puedo decir convencida que, l.ACADEMIA es mi casa!